martes, 26 de marzo de 2013

Personas que merecen ser protagonistas de novela: Violet Jessop, la mujer que sobrevivió tres veces al naufragio del Titanic.



Imaginen la escena. No es difícil lo que les pido si han visto la película Titanic de James Cameron. Carreras alocadas en busca de un bote salvavidas, gritos, terror, pánico… muerte.

Imaginen ahora que esa misma escena es vivida por la misma persona por tres veces. ¿Imposible? Pregúntenle a Violet Jessop.

Esta mujer sobrevivió tres veces al naufragio del Titanic. Me explicaré mejor. El enorme barco que tantos ríos de tinta ha vertido solo naufragó una vez como es bien sabido. Pero lo que la gente no conoce tanto es que el Titanic tenía dos hermanos gemelos casi idénticos el Olympic y el Britannic y ambos acabaron de la misma manera que el primero.

Pero vayamos a conocer la historia tan extraña de esta mujer. Violet Jessop nació en Argentina el 2 de octubre de 1887. Hija de emigrantes irlandeses, volvieron a Inglaterra a la muerte de su padre. Su madre sacó adelante a Violet y sus ocho hermanos, trabajando como camarera para diferentes barcos y navieras y por eso no es de extrañar que cuando nuestra protagonista comenzó a trabajar, siguiera los pasos de su madre.
Así llegamos al año 1910 en el que Violet se convirtió en camarera del RMS Olympic, el barco más grande y lujoso de la época. En su quinto viaje, durante una travesía que le obligaba a pasar por unos canales cercanos a la isla de Wright, cerca de Southampton, el transatlántico colisionó con el buque de guerra HMS Hawke el cual rasgó con tu proa uno de los costados del Olympic destrozando un grupo de camarotes de la segunda clase. El accidente se produjo durante la hora de la comida y por eso nadie resultó herido.

Tras el accidente, Violet Jessop fue requerida para formar parte de la tripulación del Titanic y de nuevo la fatalidad se cebó en el barco. A pesar de ser el más grande y seguro de la época, aquel enorme barco colisionó durante su primer viaje con un iceberg causando 1523 muertes.


Violet consiguió alcanzar uno de los escasos y a todas luces insuficientes botes salvavidas con que contaba el Titanic. Justo cuando lo hizo, un marinero le entregó un bebé que se había extraviado en la cubierta. Violet lo apretó contra su regazo, evitando que el gélido frío de aquella noche hiciera mella en el pequeño y ambos fueron rescatados por otro barco, el Carpathia. Para sorpresa y alegría de Violet, la madre del pequeño había sobrevivido también y recogió el bebé de sus manos.

Tras la conmoción mundial por el desastre del naufragio del Titanic otra conmoción aún mayor hizo que la tragedia pasase a un segundo plano. En agosto de 1914 Europa entraba en una guerra cruel que duraría hasta 1918 y revolvería las entrañas del viejo mundo.

En esta ocasión, Violet Jessop decidió servir a su patria como enfermera y lo hizo enrolándose en la tripulación del último gran barco que le quedaba, el Britannic convertido en buque hospital y, por increíble que parezca un nuevo naufragio se cebó con ella.


El 21 de noviembre de 1916, en aguas del Mar Egeo, una mina marina estalló haciendo que el barco donde viajaba Jessop se hundiese. La intrépida enfermera logro una vez más escapar al océano y ser rescatada por los botes salvavidas aunque, esta vez, fue la que más cerca estuvo de la muerte ya que un bote salvavidas le golpeó rompiéndole el cráneo y siendo rescatada in extremis cuando ya no tenía esperanza alguna.

Tres accidentes como los narrados aquí hubieran bastado para no volver a pisar la cubierta de un barco nunca jamás. Pero Violet no sabía hacer nada más, o no quería, y cuando la guerra terminó se volvió a enrolar en su querido Olympic, el primer barco donde había servido, y ya no lo dejó hasta que en 1950 decidió retirarse y disfrutar de un merecido descanso.

Pero aún no habían terminado las sorpresas para la buena de Jessop. No se sabe si la historia que voy a utilizar para acabar este artículo es verídica o fue fruto de alguna broma. Al menos para Violet si que lo fue. Una noche, ya retirada, en mitad de la noche sonó el teléfono. Sobresaltada y algo asustada, la buena de Violet descolgó y oyó una voz femenina al otro lado que le decía: “Es usted Violet Jessop que salvó a un bebé en el Titanic?”

Ella contestó que sí, que en efecto lo era, pero quería saber quien llamaba a aquellas horas intempestivas. “Yo soy ese bebé”, le dijo la voz.

De novela....

lunes, 5 de noviembre de 2012

La Licantropía. Conceptos, historia y estudios

La licantropía. Concepto, historia y estudios


¿Qué es la licantropía? ¿Acaso un hombre puede transformarse en bestia? ¿Quién fue el primer licántropo? ¿Es una enfermedad? Desde que el ser humano apenas era una criatura primitiva e insegura, el mito del hombre que se transforma en bestia, ya sea a voluntad o por medio de algún tipo de maldición, existe y atormenta los corazones y las almas de los demás.

De hecho, y aunque la licantropía se ha relacionado siempre con la transformación del hombre en lobo, en países o zonas del planeta donde nunca se ha tenido constancia de la existencia de este cánido, también se cuenta con este tipo de leyendas.

Los hombres jaguar en América del Sur, o los hombres hiena africanos, así como los hombres tigre en Rusia y parte de Asia, han venido a sumarse al conocido por todos hombre lobo.

Como suele pasar, la primera persona que tiene algún tipo de experiencia digna de ser recordada es aquella que tiene el honor de dar nombre a la misma. En este caso, la palabra licantropía deriva de Lycaon, el rey de Arcadia.

Como recogen sabios de la talla de Platón, Lycaon comienza su leyenda cuando Zeus, el padre de todos los dioses del Olimpo, le solicita alojamiento disfrazado de mendigo.

Lycaon, para comprobar si el harapiento que ha acogido es en realidad Zeus, le sirve un niño cocinado y servido de tal manera que pareciese un guiso común. Zeus, escandalizado y horrorizado por la crueldad de su anfitrión, decidió castigarle convirtiéndole en lobo.

¿Cómo se transforma un hombre en lobo?

La versión más extendida en cuanto a la conversión de un hombre en bestia, llega a través del cine, concretamente en el personaje creado por Lon Chaney Jr, el cual sufre una maldición al sufrir la mordedura de otro hombre lobo.

La ciencia entra en escena

Debido a la gran cantidad de casos, perfectamente transcritos y documentados, que a lo largo de los tiempos se han venido dando, científicos de todas las épocas se han afanado en intentar dar, con mayor o menor acierto, una explicación a este fenómeno.

Una de las primeras teorías en entrar en acción se basaba en el principio de los humores de Galeno, según la cual, un exceso de bilis negra produciría la melancolía que afectaba sobremanera a aquellos que se creían hombres lobo.

El médico Johannes Weyner, en el siglo XVI, fue el primero en asociar la licantropía con alguna enfermedad mental como así recoge: “Si os encontráis ocasionalmente con los lobos peligrosos (…) comprended que son lobos reales; pero estos llenan los órganos de la fantasía de aquellos conocidos con el nombre de licántropos (…) pues su imaginación está severamente dañada”.

En 1621, Robert Burton achacaba la licantropía a una pobre alimentación, insomnio e incluso a mala forma física.

Otro dato muy revelador es el que revela que la dieta de muchos campesinos en la Edad Media contaba con sus sustancias como el cornezuelo, muy parecidas al LSD, lo que podría explicar episodios de delirios asociados con la creencia de la conversión animal.

Otras enfermedades como el llamado síndrome de Ambras podían haber alimentado, y con razón, la creencia en los hombres lobos ya que esta enfermedad se caracteriza por la proliferación de pelos por todo el cuerpo desde la época embrionaria presentando al neonato cubierto de pelo que se irá desarrollando a medida que el paciente va creciendo y que da la imagen de ser un animal salvaje.

La licantropía hoy

Parece que la teoría de la enfermedad mental ha sido aceptada por la medicina moderna por una cuestión que para el doctor Manuel Moros Peña, autor del libro “Seres extraordinarios”, es bastante obvio: “Desde el punto de vista médico, el proceso anatómico y fisiológico que condicionaría una modificación tan radical de la estructura ósea y celular de un humano en lobo, no puede ser aceptado en absoluto por los saberes actuales”.



miércoles, 31 de octubre de 2012

Futility : El libro que predijo el naufragio del Titanic

¿Hubo gente que supo con anterioridad que el Titanic iba a naufragar? ¿Que hay de cierto en aquellas premoniciones que auguraban el desastre?
El 15 de abril de 1912 tuvo lugar una de las mayores tragedias del siglo XX, un desastre que se cobró la vida de 1.500 personas. Ese fatídico día, tuvo lugar el viaje inaugural del Titanic, el barco más grande, más lujoso y más veloz construido jamás. Se trataba de un barco dotando de dieciséis compartimentos estancos que, al menor contacto con el agua, quedarían cerrados impidiendo que se hundiese el buque.
Sin embargo, ese día de primavera de 1912, el Titanic chocó contra un iceberg y quedó para la eternidad depositado en el fondo del Océano Atlántico.
Debido a esa convicción de indestructibilidad, la compañía naviera White Star Line, no consideró apropiado equipar al buque con los botes salvavidas necesarios. El resultado fue 1.500 muertes en el haber de la tragedia.
No fueron pocas las personas que tuvieron presagios acerca del destino final del Titanic.
Hubo personas que, teniendo el pasaje para el viaje, soñaron con tremendas desgracias y corrieron a cancelar sus billetes librándose así del fatal desenlace.
Otras, teniendo esos mismos sueños premonitorios, continuaron su camino y lo acabaron pagando con la vida.

El libro que anticipó el desastre

En el año 1898, catorce años antes del desastre, vio la luz un relato titulado "Futility", (vanidad), firmado por Morgan Andrew Robertson.
El señor Robertson era un escritor norteamericano que, debido a su permanencia en la marina durante 10 años, se especializó en la literatura de aventuras con el mar como marco.
En un primer momento, su libro pasó un tanto desapercibido para el gran público pero, a raíz del desastre del Titanic, se volvió a editar en Nueva York en el año 1912, apenas unos meses después de la tragedia, bajo el título "The Wreck of the Titan", ("El naufragio del Titán").

Misteriosas y sorprendentes coincidencias
Lo primero que llama la atención del relato de Robertson es precisamente el nombre del barco, "Titán", sorprendentemente similar al buque real.
Comparando los datos del barco de Robertson con las características técnicas del Titanic, se muestra el gran parecido de los dos barcos y lo similar de su tragedia. Algunas de esas coincidencias son:

•El Titanic y el Titán fueron construidos en acero, con dos palos y tres hélices.

•Los dos se consideraban los barcos de pasajeros más grandes.

•El Titanic tenía una potencia de 46.000 caballos de vapor por los 40.000 del Titán.

•Los dos llevaban pocos botes salvavidas. 20 el Titanic por 24 del Titán.

•Los dos navíos chocaron con un iceberg y ambos hacían la misma ruta, Inglaterra-Nueva York, aunque en sentidos inversos.

•Las colisiones tuvieron lugar con pocos minutos de diferencia y a escasas millas de longitud.

•En la tragedia descrita por Robertson, las muertes ascienden a 3.000, en el Titánic perecieron 1.500.

¿Coincidencia o presagio?
Realmente, las similitudes entre los dos hechos son tan sorprendentes que puede dar lugar a la creencia que Robertson escribiese "Futility" en base a una previsión paranormal.
Muchos creen que Robertson, al igual que sucediese con Julio Verne, fue un visionario que, en base a sus conocimientos navales ideó la novela.
En las época en que se escribió este relato, los naufragios provocados por icebergs en aquellas aguas estaban a la orden del día, por lo que no es de extrañar, que se eligiese ese final para la novela.
Hay quien apunta que, de hecho, el escritor estaba al tanto de los planes de la White Estar Line para crear un barco similar al Titanic, como así se recoge en un recorte del New York Times el 17 de septiembre de 1892, dos años antes de la aparición de "Futility" y que ha sido reeditada en el libro "Titanic: destination disaster" de los autores Eaton y Hass y qque reza así: "La compañia White Star ha encargado (...) la contrucción de un buque de crucero para el Atlántico que batirá todos los records de medidas y velocidad. (...) bautizado con el nombre de Gigantic (...)".

Los otros Titanics
Aquel buque llamado Gigantic no se llegó a construir pero, puede que Robertson lo tomara como modelo para su Titán. Además se da el caso que, en aquella época, la compañía naval poseía otros barcos de similares características al Titanic como fueron el Oceanic, el Teutonic, el Britannic y el Majestic, todos ellos construidos con anterioridad a "Futility".

Parece que se desvela el misterio
Después de lo expuesto, parece que la confección de dicho relato no fuera tan sorprendente como se cree.
Una vez sabido los planes de la White Star Line, Robertson se habría inspirado en aquellos majestuosos barcos para crear a su Titán y, observando que la mayoría de los naufragios producidos en la ruta Inglaterra-Nueva York a causa de icebergs, es fácil imaginar que tomó ese hecho como final de su novela.



Pero... ¿qué hay de los demás sueños que predijeron el desastre?


 


BIENVENIDOS AL OTRO LADO DE LA REALIDAD

Hola a todos, hoy es un día especial para mí puesto que tengo el placer de presentaros mi blog "el otro lado de la realidad". Un blog cuya temática girará en torno a uno de los temas que más me apasionan y que no es otro que los misterios, la historia oculta y todas aquellas cositas que nos hacen pensar en algo más allá.

Desde este espacio os iré contando todos los acontecimientos que me han ido marcando. Subiré en forma de artículos pasajes de la Historia, hechos silenciados, misterios, leyendas que espero que os gusten. También abordaremos y analizaremos juntos libros que han marcado un hito en el misterio tanto nacional como internacional y los comentaremos, así como películas y muchas cosas más.

Espero que os guste.

Gracias a todos.